El calabacín es considerado una calabaza de verano ya que es en ese periodo donde se desarrolla y produce su fruta, son amantes del sol y del calor y no tendremos mucho éxito si lo plantamos cuando el terreno está aún por debajo de los 13ºC, generalmente esta temperatura se supera en la primera o segunda semana de la primavera cuando ya no hay riesgo de heladas tardías.
Podemos hacer la siembra de forma directa en el terreno, prepararemos estas varias semanas antes añadiendo mantillo y abono orgánico. Llegado el momento de la siembra realizaremos un pequeño montículo de tierra de unos 25 cm, en la parte superior haremos un pequeño agujero de unos 2 cm donde situaremos 4 o 5 semillas, las cubriremos de tierra y presionaremos esta suavemente, posteriormente regaremos.
Mantener el terreno húmedo pero nunca encharcado, pasados 5-10 días de la siembra veremos aparecer los primeros brotes.
Cuando las plántulas midan en torno a 6 cm, escogeremos las más fuertes dejando 2 o 3 plantas por grupo